Integrantes del grupo 1:
- Andrea Reyes
- Leuri Alonso
- María Martínez
- Rubén Galindo
Integrantes del grupo 2:
- Alba Cadenas
- Javier Cano
- Guillermo Nieto
- José González
Argumentos a favor:
La discriminación positiva intenta promover la igualdad de las personas. Esta ha tenido éxito en otros países ya que intenta corregir los prejuicios hacia alguna minoría. Las manifestaciones buscan leyes para el cambio y así las siguientes generaciones regidas por esas leyes opinen de forma distinta. Son necesarias las leyes creadas entre todos los grupos para favorecerlos y no crear desigualdades. Las leyes son lentas ya que se hacen mediante estudios sociales. Además, permiten la inclusión a la sociedad de todas las personas, de esta forma, se evita el racismo, la discriminación hacia los discapacitados (2%), los cuales luchan por sus puestos de trabajo. Así, se consigue empezar a luchar por un objetivo desde una igualdad, mismo punto de partida, teniendo el cuenta que un prejuicio es una opinión y no una discriminación. Con todo ello podemos mejorar la calidad de vida de los grupos desfavorecidos.
Argumentos en contra:
La discriminación positiva perjudica al colectivo ya que rompe el principio de igualdad en que se desequilibra la balanza. Se puede subsanar mediante un cambio social no jurídico. Un ejemplo de ello son manifestaciones realizadas en la calle. También cabe destacar que se necesita contratar en un trabajo a las personas más cualificadas ya que no todo el mundo está preparado para ejercer en todos los puestos de trabajo. Una persona discapacitada posiblemente no sea capaz de realizar un buen trabajo en un invernadero, sin embargo, en una oficina si podría llevar a cabo el mismo oficio que otra persona que no posea esa discapacidad.
Por ello, creemos que todo esto fomenta el odio y que los prejuicios no se pueden controlar jurídicamente ya que la ley no hace que cambie la mentalidad de las personas.
Nuestra opinión:
En nuestra opinión, creemos que aunque es cierto que a la hora de contratar en un trabajo deberíamos de tener en cuenta la cualificación de los aspirantes a este, en muchas ocasiones nos dejamos influenciar por una apariencia. Este es el ejemplo de las personas discapacitadas, aunque no puedan realizar todo tipo de trabajos en muchos de ellos pueden llegar a ser incluso los mejores del sector. De esta forma deberíamos guiarnos por la preparación que poseen en lugar de en su discapacidad. Lo mismo ocurre con otros sectores de la sociedad como los inmigrantes, las mujeres…
Por ello creemos, que debe haber una igualdad entre todos los sectores de la sociedad y de forma más concreta a la hora de contratar en un trabajo debemos ser críticos y justos con las cualificaciones sin tener en cuenta al sector que pertenecen.
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